YOGA PARA MUJERES / YOGA FOR WOMEN

El Yoga es originariamente una disciplina creada por hombres, para los hombres. Sin embargo, en las últimas décadas, con su crecimiento exponencial en occidente, la cantidad de mujeres dedicadas a esta práctica supera al número de practicantes en masculino. De este modo van surgiendo variaciones de las prácticas tradicionales, que se adaptan a la complejidad de los cambios en el cuerpo de la mujer a lo largo de su vida.

YOGA PARA LA MENSTRUACIÓN: 

La menstruación es uno de los motivos más comunes por los que dejamos nuestra práctica de Yoga, ya que normalmente, las secuencias tradicionales no se adaptan a nuestras necesidades en ese momento. 

Sin embargo, una práctica pensada para la menstruación puede tener enormes beneficios físicos mentales y emocionales para la mujer que lo práctica.

El Yoga para Mujer cuenta con poderosas técnicas para recibir y transformar las emociones (tristeza, rabia) que muy frecuentemente traen estos periodos, sobretodo en mujeres jóvenes. Además, es altamente efectivo para tratar dolores relacionados con la ovulación, calambres menstruales y muchas otros síntomas relacionados con el síndrome premenstrual como el dolor de cabeza, hinchazón, cansancio, dispersión, hipersensibilidad, ayudando a liberar la energía sexual y aliviar tensiones y dificultades asociadas con la intensidad emocional y los cambios físicos en el momento premenstrual y menstrual, recuperando un flujo positivo y natural de la energía, además de aumentar la conciencia sobre nuestro propio ciclo menstrual y su ritmo.

YOGA PARA EL EMBARAZO: 

Este es un periodo muy especial en la vida de una mujer. Una buena práctica de yoga adaptada puede traer profundos beneficios tanto a la futura mamá como al bebé. En general, los objetivos de estas prácticas son el aumento de la fuerza y la capacidad de relajarse, por encima de una mayor flexibilidad. 

*Si ya eras practicante de yoga antes de tu embarazo, es recomendado que te informes sobre las contraindicaciones de algunas posturas y pranayamas y adaptes tu práctica al momento presente. Consultame.

PREPARTO: 

  • PRIMER TRIMESTRE: A nivel físico se busca fortalecer los abdominales transversos y estabilizar las articulaciones de todo el cuerpo, especialmente la cadera, para ayudar a sostener profundamente la expansión del vientre. Otro objetivo clave será profundizar en el entendimiento de la respiración, aumentando la capacidad de concentrarse y relajarse en ella.
  • SEGUNDO TRIMESTRE: El trabajo se enfoca en sostener la concentración en la respiración aumentando cada vez más los periodos de tiempo. A nivel físico se busca ayudar al bebé a colocarse en la posición adecuada para un parto natural, esto es posible trabajando especialmente con los movimientos sutiles de la cadera. El volumen de sangre aumenta considerablemente en este momento apoyando el crecimiento de la placenta lo que puede conllevar un mayor cansancio, así la práctica buscará generar descanso y relajación a nivel físico, mental y emocional.
  • TERCER TRIMESTRE: El foco del trabajo sigue en la respiración y Yoga Nidra: mantenimiento energético, profundización de la conexión mamá-bebe, escucha de las señales corporales, despertar la sabiduría corporal propia y liberación de miedos.

POSTPARTO: 

Tras un periodo de descanso recomendado de mínimo 40 días, es muy saludable volver a la práctica del Yoga de una manera suave, consciente y guiada para una óptima recuperación del embarazo y el parto. Uno de los objetivos principales de la práctica es evitar la diástasis abdominal, el prolapso uterino o cualquier complicación postparto, así como la mejora de la salud integral de la recién mamá. 

YOGA PARA MENOPAUSIA

Yoga is originally a discipline created by men, for men. However, in recent decades, with its exponential growth in the West, the number of women dedicated to this practice exceeds the number of male practitioners. In this way, variations of traditional practices are emerging, which adapt to the complexity of the changes in the woman’s body throughout her life.

YOGA FOR MENSTRUATION:

Menstruation is one of the most common reasons why we stop our Yoga practice, since normally, the traditional sequences do not adapt to our needs at this time.

However, a practice designed for menstruation can have enormous physical, mental and emotional benefits for the woman who practices it.

Yoga for Women has powerful techniques to receive and transform the emotions (sadness, anger) that very frequently bring these periods, especially in young women. In addition, it is highly effective in treating ovulation-related pain, menstrual cramps and many other symptoms related to PMS such as headache, bloating, tiredness, dispersion, hypersensitivity, helping to release sexual energy and relieve tensions and difficulties associated with the emotional intensity and physical changes in the premenstrual and menstrual moment, recovering a positive and natural flow of energy, in addition to increasing awareness about our own menstrual cycle and its rhythm.

YOGA FOR PREGNANCY:

This is a very special period in a woman’s life. A good adapted yoga practice can bring profound benefits to both the future mother and the baby. In general, the goals of these practices are increase strength and the ability to relax, above greater flexibility.

* If you were already a yoga practitioner before your pregnancy, it is recommended that you inform yourself about the contraindications of some postures and techniques, and adapt your practice to the present moment. Consult me ​​(http://www.duniarida.com/contacto/).

PRENATAL YOGA:

  • FIRST TRIMESTER: On a physical level, the aim is to strengthen the transverse abdominals and stabilize the joints of the whole body, especially the hips, to help deeply support the expansion of the belly. Another key goal will be to deepen your understanding of the breath: increasing your ability to focus and relax on it.
  • SECOND TRIMESTER: The work focuses on maintaining the concentration on the breath, increasing time lapses. On a physical level, the aim is to help the baby to be placed in the proper position for a natural delivery, this is possible working especially with the subtle movements of the hip. The volume of blood increases considerably at this time supporting the growth of the placenta which can lead to greater fatigue, so the practice will seek to generate rest and relaxation on a physical, mental and emotional level.
  • THIRD TRIMESTER: The focus of the work continues on breath and Yoga Nidra: energy maintenance, deepening of the mother-baby connection, listening to bodily signals, awakening one’s own bodily wisdom, releasing fears and deep rest.

POSTNATAL YOGA:

After a recommended rest period of at least 40 days, it is very healthy to return to the practice of Yoga in a gentle, conscious and guided way for an optimal recovery of pregnancy and childbirth. One of the main objectives of the practice is to avoid abdominal diastasis, uterine prolapse or any postpartum complication, as well as to improve the overall health of the new mother.

YOGA FOR MENOPAUSE